El remiendo es
la destreza del pobre:
su arte
es así como
la camisa vieja conserva
su estatuto de nueva,
la olla rota es la que mejor cocina,
la relación desgastada
es la que se ahorma a todo
no hay desechabilidad
en el corazón del pobre
ya lo dijo el Amador:
“dichosos los pobres”
que lo son de corazón,
sus manos vacías
son aptas para recibir y para dar.
Javier BUSTAMANTE ENRIQUEZ
Poeta
Ciudad de México
Abril de 2019