Reseña del libro Decir el mal, de Ana Carrasco-Conde. Editorial Galaxia Gutenberg
La autora, Ana Carrasco-Conde, es profesora de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid. Se formó en la Universidad Autónoma de Madrid y completó sus estudios en la Universidad de París. Es investigadora invitada de la Academia de las Ciencias de Baviera. Especializada en idealismo alemán y romanticismo, y formada en filosofía antigua, sus inquietudes filosóficas se centran en el mal, el malestar y el terror. Fue Premio de Investigación “Julián Sanz del Río” del DAAD y la Fundación Universidades en el 2012. A su faceta académica se añade la de divulgación. Es colaboradora habitual en medios de comunicación, como Hoy por Hoy, de la Cadena Ser, y el periódico La Marea.
Decir el mal, puede ser un libro de entrada incómodo, difícil por el tema que aborda, pero es tremendamente interesante, un trabajo de Ana Carrasco impecable y claro, que describe los límites del comportamiento humano de tal manera que el libro es de aquellas lecturas que, aunque incómodas, no puedes abandonar.
Podemos pensar que el mal es inevitable, las cosas son así, el ser humano no tiene remedio, e incluso es posible que se llegue a insensibilizar ante el horror. Ana Carrasco nos plantea nuevos puntos de vista, propone pensar el mal desde testimonios y ejemplos sin perder la sensibilidad de lo humano, a la vez que siguiendo todo el proceso con rigor intelectual y académico.
¿Cómo se puede entender hacer el mal bien hecho, cómo puede darse una distancia tan próxima, pero aparentemente lejana como la que hay entre el mal de un solo individuo al mal de un estado que se convierte en máquina de matar? El límite de ser un humano inofensivo a ser un ejecutor asesino implacable, nos lleva a preguntarnos: ¿qué le pasó a este individuo?
El absurdo total de eliminar humanos sin saber el por qué ni su sentido, simplemente porque a lo mejor ese día toca eliminar X número de individuos, y hay que cumplir la cuota; el sentido total de la persona, de la víctima, frente al sinsentido de lo impersonal, del mal en su estado puro y en bruto. En escena la totalidad de la víctima ante la totalidad del absurdo y la aparente nada. ¿Se puede percibir el mal como algo normal?
La responsabilidad de cada individuo, su actitud en la vida ordinaria sin pensar en los pequeños males que diríamos insignificantes, pero que, como decía Alfredo Rubio, pueden convertirse en ríos, torrentes incontrolados.
Libertad, culpa, responsabilidad, poder, placer, ley, crueldad… conceptos que en el libro se exploran en las relaciones humanas, manifestándose sus límites más increíbles.
Recomiendo que este libro se lea estando bien, con ganas de afrontar un reto positivamente, pues de lo contrario podríamos caer en justificar el propio malestar y, como dice la autora, comprender no es justificar. Ayuda a prevenirnos, a detectar el mal en sus formas más sutiles, es tener un buen conocimiento, no un mal conocimiento del mal.
Evarist BOIXEREU
Asistente Social
Barcelona, España
Julio de 2025