Desde el año 2011 un grupo de mujeres de Chiu-Chiu (Desierto de Atacama, Chile), empezamos a reunirnos semanalmente para poder generar instancias de confianza e integración y realizar procesos de crecimiento personal. A partir de marzo de ese año, tuvimos talleres y charlas sobre autoestima, valoración del ser mujer, ciclos biológicos y psicológicos de la mujer, violencia intrafamiliar (aspectos sociales, legales y psicológicos), impartidos por profesionales de diversas entidades.
Posteriormente vimos la importancia de poder trabajar la creatividad como una herramienta para el desarrollo de las propias capacidades y aumento de la autoestima. Así, se inició un ciclo de talleres de capacitación en distintos tipos de bastidor: telar maya, telar cuadrado y telar triangular, elaborando variedad de productos textiles.
En el año 2012 nos constituimos como asociación de mujeres artesanas, creando el Taller Suyis Liq’cau, que significa “manos de mujer” en lengua kunza.
En ese mismo año se nos invitó a participar en una serie documental de Novasur, en la que se quiso mostrar la producción de arte textil creado por mujeres del altiplano de la II Región. El primer capítulo de esta serie, mostró el trabajo del Taller Suyis Liq’cau con el propósito de difundir la artesanía basada en la identidad cultural atacameña.
En enero del 2013 se realizó un curso intensivo en telar de peine facilitado por la artista textil Pamela Illanes con quien aprendimos las técnicas para tejer ponchos, pieceras, murales, chales… y desde septiembre del 2012 hasta julio del 2013 un curso de telar mural y de teñido de lanas tanto con anilinas como con elementos naturales propios de la zona.
Asimismo se realizaron exposiciones abiertas a la comunidad de los trabajos realizados en cada uno de los cursos.
En el año 2014 se nos hizo un reportaje que fue publicado en la revista TELL.
En el 2015 desarrollamos un nuevo proyecto, el cual consistió en una primera etapa de capacitación en habilidades blandas, comercialización, estudio de mercado, computación, elaboración de página web, asociatividad. Esta etapa se realizó con el apoyo de INSUS (Ingeniería Sustentable). La segunda etapa se inició en junio de ese año. Consistió en la implementación del proyecto “Hebras para el Altiplano”, a través del cual se quiso desarrollar y proyectar una línea de diseño para la elaboración de productos textiles elaborados en telar de peine a pedal, así como aplicaciones de lana en accesorios y prendas.
En el año 2024 se nos invitó a participar en un proyecto denominado “Una tumba en Chiu-Chiu”, el cual consistió en una exposición en el Palacio Pereira, de Santiago de Chile. Esta exposición quiso mostrar el expolio que hubo en este territorio durante la Expedición Científica (1862-1865) financiada por la corona española en el reinado de Isabel II, en la cual se sustrajeron cuerpos momificados del cementerio de Chiu-Chiu. El propósito era poder tomar conciencia de la importancia de que estos cuerpos puedan volver a su tierra. Nuestra participación en la exposición consistió en la elaboración de unos textiles similares a aquellos con los que envolvían los cuerpos antes de ser enterrados. Los textiles, además, quisieron representar el amanecer, el día, el atardecer y la noche, lo cual se logró con los colores que se emplearon en las lanas con que se tejieron los textiles. En este proyecto contamos con la colaboración de la artista textil Marcela Moraga, chilena radicada en Berlín quien nos acompañó en el proceso del diseño. El nombre de nuestro proyecto en lengua kunza (lengua del pueblo atacameño) fue “Ckunna tackatur ttasturckota” que significa “les estamos esperando”.
También hemos participado en diversas ferias artesanales en Calama, Chiu-Chiu, Caspana, Antofagasta… La última fue en la Feploa de Calama en marzo 2025.
Además de lo que supone y ha supuesto para las mujeres del Taller Suyis Liq’cau este proceso como crecimiento personal y desarrollo de la creatividad y de la autoestima, hay que tener en cuenta otro aspecto, no menos importante. La gran mayoría de la artesanía que se vende en Chiu-Chiu procede de Perú y Bolivia. Prácticamente no hay artesanía propia. Creemos que esto es un desafío pendiente: producir una artesanía con el sello y la identidad del lugar, realizada por mano de obra local. Esto imprime un valor añadido al producto, además de aportar al patrimonio cultural atacameño. Porque el trabajo artesanal, más allá de ser una actividad productiva, constituye un reflejo de la historia y la identidad de los pueblos indígenas.
Lourdes FLAVIÀ FORCADA
Antropóloga
Chiu Chiu, Chile
Agosto de 2025