
El arte oral es una forma de expresión cultural rica y variada que se transmite de generación en generación a través de la palabra hablada. Dice el refrán que “por el son se conoce a la campana y al hombre por su palabra”. La palabra hace posible que nos mostremos como somos. Según Soledad Mateluna Páez, traductora, la palabra hablada, cantada o susurrada, traspasa límites, es capaz de penetrar el alma y comunicar la interioridad. El arte oral incluye historias, leyendas, mitos, poemas, canciones y otros géneros de la tradición. Está estrechamente ligado a la cultura y a la identidad de un pueblo.
En Catalunya, en las largas veladas de invierno, la familia se reunía “a la vora del foc” (cerca del fuego encendido en la chimenea). Contemplando la llama, al calor de la brasa, entre las sombras. Este era el lugar propicio para conversar, ancianos, adultos y niños, por ejemplo, para contar cuentos, con toda su carga simbólica y con un cierto margen para la creatividad.
También se explicaban leyendas locales o hechos históricos más o menos fidedignos, pero que creaban un ambiente atractivo y, a la vez, misterioso.
El que cuenta cuentos e historias suele ser el anciano, el más respetable y respetado. Pero puede ser también una persona joven.
Tanto en Senegal como en Gambia, los griots son artistas orales que se encargan de transmitir la historia y la cultura de estos países a través de la música, la poesía y la narración de historias.
En Chile, los payadores son cantores populares que improvisan versos, crean décimas con los versos de ocho sílabas. En Chile esta poesía popular improvisada, que le conecta a otros países latinoamericanos, ha sido declarada patrimonio cultural.
El denominador común es que todo ello conduce a crear un ambiente numinoso, un concepto que fue divulgado por el pensador alemán Rudolf Otto en su obra Das Heilige (Lo sagrado), publicada en 1917. En este libro, Otto describe lo numinoso como una experiencia de lo divino o lo sagrado que es, al mismo tiempo, fascinante y aterradora, es decir, atractiva, seductora, estremecedora y turbadora. Pero el estremecimiento y la turbación pueden dar paso a la serenidad y al recto cumplimiento de la misión.
Jaume AYMAR RAGOLTA
Doctor en Historia del Arte
Badalona(España)
Septiembre de 2025