Marginación y manipulación

Marginación y manipulación

El contacto con gente vulnerable o en riesgo de exclusión y apercibirme de su forma de comportarse a menudo maliciosa y artera, me ha llevado a la conclusión de que la marginación lleva a la manipulación. Pero creo que esta afirmación debe matizarse en cuanto a la forma y al fondo. En primer lugar, siempre que hablemos de marginados pensamos que son otros los que están al margen del camino, pero todos en un momento u otro de nuestra vida nos hemos sentido o hemos sido marginados. Recuerdo que, a los quince años, en el colegio de Barcelona me acosaron algunos compañeros de mi edad y mayores con bromas de mal gusto e insultos en plena calle. Pasados ​​casi treinta años, uno de esos compañeros vino a pedirme perdón. Confieso que de entrada no me acordaba de los hechos y así se lo manifesté. No sé si me creyó, pero se marchó liberado. Otro, que creo que me odiaba, haciendo judo en el gimnasio de la escuela, me echó al suelo con tanta furia que la respiración se me bloqueó durante unos minutos y tuvo que venir el profesor a hacerme unos ejercicios lentos de abrir y cerrar los brazos hasta que se normalizó. Esto le sirvió al instructor para reunirnos después a todos y hacernos unas reflexiones que, personalmente, encontré débiles e insuficientes. Pero no tengo intención de remover nada. ¿Como voy a vengarme de un muerto si mis convicciones me prohíben vengarme de un vivo?

«…todos en un momento u otro de nuestra vida nos hemos sentido o hemos sido marginados.»
Fotografía de Anemone123 en Pixabay

Hace poco me enteré de que el compañero que me había echado al suelo había muerto, de enfermedad, relativamente joven. En ese caso me dolió no haberle manifestado que yo le había perdonado y que, casi, lo había olvidado. Vivir sin enemigos es sabio. Pero volvamos al hilo del artículo: todos nos hemos sentido en algún momento de la vida marginados. Un amigo empresario me contó que se separó de su mujer porque esta le había humillado; espontáneamente pensamos que es una forma de marginación. Naturalmente no conozco la versión de la esposa y, por lo tanto, como decía un viejo profesor de derecho canónico: “quien no lo sabe todo, no sabe nada” pero si así fue como mi amigo dice, debo precaverle que una marginación de antaño, hogaño puede llevarle a la manipulación.

Por otra parte, la palabra “manipulación” admite una diversidad de sentidos. Yo no lo uso como la acción consciente de utilizar información alterada para influir indebidamente sobre una persona, con el fin de que actúe de acuerdo con intereses que le son ajenos. Ni como esa práctica comunicativa e interaccional en la que el manipulador ejerce control sobre otras personas generalmente en contra de su voluntad o en contra de sus intereses. Ni tampoco como cambiar con las manos el aspecto de un determinado producto o almacenarlo. Me refiero a la manipulación que se concreta en la mentira, en el fake, en el engaño. La manipulación, así entendida, es un arma de quienes se mueven por ánimo de poder, pero lo hacen porque de una u otra manera en algún momento de la vida se han sentido marginados. Es la estrategia del esclavo de la que hablaba el doctor Rubio de Castarlenas. Es pensar erróneamente que el fin justifica los medios, una frase atribuida erróneamente a Maquiavelo, pero que en realidad es de Napoleón Bonaparte -uno de los hombres más poderosos de la historia que la dijo después de leer El Príncipe de Maquiavelo, una obra que, por cierto, comentó. Pero Napoleón no era un intelectual y parece que ni con ello fue original porque la mayoría de expertos e historiadores coinciden en señalar que la famosa cita atribuida a Maquiavelo, es en realidad el resultado y la transformación de una frase del jesuita y teólogo alemán Hermmann Busenbaum: Cum finis est licitus, etiam media sunt licita, cuando el fin es lícito también lo son los medios. Pues no, reverendo Busenbaum, esa lógica falla: por más lícito que sea el fin, los medios también deben serlo.

Con la mano en el corazón, invito al lector de RE a preguntarse: ¿Me siento o me he sentido marginado en algún aspecto de mi vida? ¿Esta marginación me lleva a actuaciones innobles, mentirosas, o a estrategias tóxicas? ¿Cómo combatirlas?

Jaume AYMAR RAGOLTA
Presidente de la Fundación Legado Roca i Pi. Badalona
jaumeaymar@gmail.com
Febrero de 2024

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