Convivencia y valores

Convivencia y valores

Pedagogía Mauricio Chinchilla
Fotografía: Mauricio Chinchilla

Por Llarela BERRÍOS. La importancia de la educación en valores sigue siendo uno de los retos más importantes de nuestra sociedad. Los valores se relacionan de manera directa con la convivencia. Cuando reflexionamos sobre nuestra vida y el mundo que nos rodea, apreciamos que la vida del ser humano consiste en interactuar tanto con el medio, como con las personas que conviven en él.

Desde una perspectiva filosófica podemos decir que la esencia humana se construye a través del conjunto de relaciones interpersonales que ha sostenido durante la vida. Así como también el tipo de relación que se establece con los demás, determina en cierta forma nuestra personalidad y modo de actuar.

Si las relaciones han sido positivas —y con esto se entiende que hayan satisfecho nuestras necesidades psicológicas y sociales, tales como pertenencia, auto-estima, aceptación, respeto, afecto, entre otras—, la persona estará en condiciones de asimilar los valores y normas sociales, y se transformará a juicio de los expertos en una «fuerza convivencial (tolerancia, respeto)». O por el contrario, si ésta aún no tiene cubiertas las necesidades psico-sociales, se convertirá en una «fuerza disgregadora (ruptura, distorsión) de la convivencia».

Por lo tanto, convivimos con «fuerzas convivenciales» y «fuerzas disgregadoras». Debido a este motivo, la educación en valores tiene relevancia, ya que gracias a ella se puede avanzar como sociedad. Debemos considerar que los valores son las directrices de la vida, y determinan el estilo que cada persona escoge vivir.

Ciertamente, los valores se ponen en práctica en la interacción con los demás. Las relaciones interpersonales que se fundamentan en el respeto, la tolerancia y el diálogo, incluyen afecto hacia el otro. No es posible educar en valores si no existe un vínculo afectivo. Éstos no se transmiten sin una relación entre las personas, por ello la comunicación es sumamente importante; en la medida en que sabemos dialogar y escuchar al otro podremos sentir empatía, elemento decisivo en la convivencia.

Otra buena estrategia para ayudar a la convivencia desde el ámbito de los valores es el realizar trabajos de tipo colaborativo. El hecho de realizar actividades en grupo es una excelente oportunidad para establecer relaciones con las demás personas. El trabajo en equipo conlleva dialogar, tomar decisiones, asumir responsabilidades, y llegar a acuerdos que beneficien a todos los integrantes. Es por ello que una convivencia basada en el respeto, en el afecto, en la empatía, es esencial para lograr una vida satisfactoria. Cuando las personas son capaces de dejar de lado el egoísmo, comienzan a sentir afecto e interés por los demás, y con ello están motivados socialmente y pueden trabajar en colaboración con otras personas.

Habitualmente los fracasos en las relaciones humanas se convierten en un problema de tipo psicológico, y es aquí en donde se basa la importancia de aprender a convivir en armonía con el mundo y con la sociedad que nos rodea. Es en este punto donde debemos aprender una pedagogía inclusiva: el yo y los demás para convertirlo en nos-otros.

Por Llarela  Berríos Valenzuela
Doctora en Pedagogía
Universitat de Barcelona
SICILIA

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