El aprendizaje no tiene límites de tiempo ni edad. Es un proceso continuo que nos ayuda a crecer y desarrollarnos como personas. Nos hace más curiosos, más creativos y más capaces de adaptarnos a los cambios que enfrentamos en la vida. El aprendizaje no se limita a la escuela o al trabajo; está en todas partes, en cada experiencia que vivimos. Así que, la próxima vez que te encuentres aprendiendo algo nuevo, recuerda que eres parte de un viaje de aprendizaje constante. Disfruta cada momento y sé consciente del increíble poder que tienes para seguir creciendo y aprendiendo a lo largo de toda tu vida.
En un mundo cambiante, adaptarse y aprender continuamente, reconocer nuestra valía y manejar las adversidades de la vida es esencial. Como educadores, cuando acompañamos a los niños y jóvenes a conectarse consigo mismos, debemos equilibrar el respeto y el rigor, prestando atención a sus necesidades emocionales, y estando también abiertos a aprender de ellos. Un aprendiz ágil, está abierto a nuevas ideas, se adapta rápidamente, repasa sus errores, utiliza estrategias de retroalimentación, prueba nuevos enfoques y reflexiona para promover el aprendizaje permanente.
La vida actual es más desafiante que antes debido a la abundancia de estímulos, a las altas expectativas y a la presión de un mundo globalizado. Enfrentamos constantes demandas de ser más atractivos, educados e interesantes, lo que puede resultar abrumador. También la relación entre adultos y niños a menudo se ve afectada por expectativas distorsionadas. Por todo ello es crucial que los adultos reconozcan y respeten las emociones de los jóvenes, proporcionándoles un entorno de apoyo y amor. La educación es un proceso en el que maestros y alumnos se benefician y enriquecen mutuamente.
1.- La vida es cambio
Adaptarse a nuevas situaciones y entornos, es fundamental para nuestro crecimiento y bienestar. Los cambios son parte necesaria de la vida y nos ayudan a evolucionar psicológicamente. Abrazar la vida y aceptarlos, nos permite mantenernos flexibles y preparados para enfrentar los desafíos, superar el miedo a la incertidumbre y encontrar serenidad. Comenzar con pequeños ajustes y mantener una actitud abierta al cambio puede llevarnos a una vida más satisfactoria y a contagiar a quienes nos rodean con esta mentalidad positiva.
Los niños son naturalmente curiosos y necesitan un ambiente que alimente su sed de conocimiento. Estas realidades circunstanciales inciden en su aprendizaje, que cada vez ha de ser más personalizado e interconectado entre las áreas del conocimiento. Por eso la educación debe adaptarse a un modelo más dinámico y flexible, que fomentando el aprendizaje continuo y la exploración individual. Hay que dejar ir el pasado y aceptar la temporalidad como parte de la vida adoptando una mentalidad abierta, manteniendo el sentido del humor y aceptando la impermanencia como parte natural del universo.
Revisar nuestro diálogo interno y adoptar una actitud realista nos permite desprendernos de lo que no nos beneficia y fluir con los cambios. Entrar en nuestro interior nos ayuda a descubrir nuestra verdad y enfrentar nuestra sombra. Es crucial revisar nuestro diálogo interno y adoptar una mentalidad abierta y flexible para construir desde el presente y proyectar hacia el futuro con sabiduría y fortaleza mental. En este proceso de crecimiento aparece la autoeducación que implica un compromiso con el crecimiento personal y una crítica constructiva al sistema educativo.
2.- Juntos, creadores de vida
Superar la mentalidad de víctima requiere humildad y valentía, confrontando nuestros miedos más profundos, especialmente el temor a la libertad que a menudo se manifiesta en una lista interminable de excusas para evitar el cambio. La búsqueda interior nos lleva por el camino del atreverse, conectando nuestros descubrimientos con nuestra mente consciente e inconsciente. Pasar del personaje a la persona implica reconocer nuestra verdadera esencia y valorarnos en consecuencia. En la nueva era, la reinvención profesional ya no es una opción, sino una necesidad vital para adaptarnos y prosperar.
Reconocer nuestra responsabilidad como co-creadores de nuestra realidad es el primer paso para reinventarnos. Asumir esta responsabilidad nos libera del victimismo y nos empodera para realizar cambios significativos, enfrentando las circunstancias con madurez y objetividad. Es crucial dejar de identificarnos con un personaje superficial y comenzar a valorarnos en función de nuestra verdadera esencia. Enfocarnos en acciones pequeñas pero significativas nos permite avanzar hacia nuestros objetivos de manera más sostenible. Los grandes cambios surgen de pequeñas acciones diarias, pero debemos evitar imponernos expectativas demasiado altas.
La plenitud en la vida comienza con la honestidad hacia uno mismo y la asunción de responsabilidad en nuestra situación actual. Para expandir nuestras percepciones, necesitamos aprender a ser co-creadores de nuestra realidad, adoptando una mentalidad abierta y positiva. Las creencias actúan como filtros que moldean nuestra percepción y afectan nuestras decisiones y emociones. A menudo, estos pensamientos surgen de manera inconsciente, limitando nuestra creatividad y reforzando estados negativos. Este fenómeno tiene una base biológica que nos protege pero también nos limita, manteniéndonos dentro de nuestra zona de confort.
3.- Autoeducación
La democratización del conocimiento está transformando la forma en que aprendemos y nos desarrollamos, ofreciendo oportunidades sin precedentes para aquellos que buscan expandir sus horizontes educativos y profesionales. En este contexto emerge la autoeducación como una respuesta vital en un mundo donde el acceso ilimitado al conocimiento a través de Internet ha democratizado la educación, empoderando a individuos de todas las edades y antecedentes. Diseñar de manera personal y flexible el propio camino de aprendizaje según los intereses y desafíos que se van presentando es un paradigma que debe explorarse.
Este enfoque promueve el compromiso y la capacidad de transformación al avanzar al ritmo propio, adaptándose así a las responsabilidades y estilos de vida únicos. La nueva perspectiva sugiere combinar enfoques educativos, aprovechando la estructura y las certificaciones de la educación formal junto con la flexibilidad y el enfoque en habilidades autodirigidas de la autoeducación. Paso a paso se va tejiendo una experiencia educativa más completa y efectiva, que fomenta el aprender a investigar, resolver problemas y tomar decisiones de manera independiente, facilitando una mayor capacidad de adaptación en el ámbito académico y más allá.
La autoeducación también resalta la importancia del aprendizaje a lo largo de toda la vida, promoviendo una mentalidad de crecimiento constante para mantenerse relevante y competitivo en un mundo en constante cambio. En este sentido, se hace necesario un cambio de paradigma en el enfoque educativo, donde cada individuo asuma su rol activo tanto como educando como educador. La corresponsabilidad educativa, que tenemos los seres humanos, subraya la importancia de considerar que el aprendizaje no se limita a las aulas de clase, sino que se extiende a todos los aspectos de la vida cotidiana.
4.- Corresponsabilidad educativa
El concepto de corresponsabilidad educativa como seres humanos trasciende el ámbito escolar para abarcar a toda la sociedad. Por eso la transformación educativa no puede recaer únicamente en las instituciones educativas, sino que debe ser un esfuerzo colectivo que involucre a toda la sociedad. Todos tenemos un papel que desempeñar en la formación integral de las personas, más allá de la institución escolar. No se trata simplemente de delegar la responsabilidad educativa en las escuelas, sino de reconocer que cada uno de nosotros contribuye al proceso de aprendizaje y desarrollo de los demás, ya sea de manera directa o indirecta. Cada individuo, desde su lugar y sus circunstancias particulares, tiene la capacidad y la responsabilidad de contribuir al cambio educativo.
Para lograr esta transformación, es necesario fomentar una cultura de colaboración y solidaridad, donde se reconozca la importancia de la educación como pilar fundamental para el desarrollo humano y social. Esto implica promover espacios de diálogo y participación activa de todos los sectores de la sociedad en la toma de decisiones educativas y en la implementación de políticas que garanticen una educación inclusiva y de calidad para todos. En última instancia, la corresponsabilidad educativa nos invita a reflexionar sobre nuestro papel en la construcción de una sociedad más justa, equitativa y solidaria, donde el aprendizaje sea una experiencia enriquecedora y significativa para todos los individuos, independientemente de su edad, género, origen étnico o nivel socioeconómico. Es una llamada a asumir un compromiso activo con la educación como un derecho humano fundamental y como motor de cambio y transformación social.
En conclusión, todos somos aprendices eternos. El aprendizaje es un viaje constante que nos acompaña a lo largo de la vida. Desde la infancia hasta la adultez, el proceso de adquirir nuevos conocimientos y habilidades nunca se detiene. Este enfoque nos recuerda la importancia de mantenernos abiertos a nuevas experiencias y oportunidades de aprendizaje, fortaleciéndonos como individuos y enriqueciendo nuestras vidas. En última instancia, abrazar nuestra condición de aprendices eternos nos permite crecer, adaptarnos y prosperar en un mundo en constante cambio. En el viaje continuo del conocimiento y el crecimiento personal y colectivo, solo con un esfuerzo comprometido de toda la sociedad, conseguiremos que desde la educación se susciten los cambios significativos esperados.
Josep ALEGRE
Profesor, filólogo y educador socio-cultural
Barcelona, España
Agosto de 2024