La palabra arte proviene del latín ars, que equivalía al téchne griego, que significa «técnica». Antiguamente, arte designaba todo aquello producido por el ser humano. Con el tiempo se fue reduciendo a todo aquello que tenía función estética. Actualmente, el concepto vuelve a ampliar sus fronteras y puede considerarse un arte desde cocinar hasta convivir, pasando por las disciplinas artísticas más clásicas.
Partiendo de una concepción global e integradora del ser humano, su actividad artística también lo es. Las diferentes manifestaciones artísticas no son cajones estancos, sino muchas veces maneras distintas de comunicar una misma realidad. Por lo cual, las disciplinas artísticas, aunque no explícitamente, están siempre en diálogo. Son permeables.
La esencia creativa del ser humano cobra forma mediante las expresiones artísticas. La persona libera sus emociones y pensamientos a través de sus manifestaciones. Por este motivo, el arte se convierte en un puente entre la realidad y la persona. El arte conecta al ser con su entorno.
El valor terapéutico del arte le viene, precisamente, de su capacidad de vincular o restablecer vínculos perdidos. Personas que viven encerradas en sus límites, a través del arte son capaces de experimentar dichos límites como posibilidades positivas de ser. La música, la pintura, la danza, entre muchas otras disciplinas, conectan emociones, estimulan capacidades, investigan en posibilidades de las personas que ayudan a vivir un proceso de integración.
El arte, como todo lo humano, no es neutro. Puede verse influenciado por ideologías y puede ser manipulado. La historia presenta muchos ejemplos de ello. Regímenes dictatoriales han utilizado el arte para manipular a las masas. Intereses económicos también ven en las posibilidades que proporciona el arte, herramientas para influir en los hábitos de la población. Cierta ideología moral o emocional define también, a través del canal artístico, la moral de toda una sociedad. El cine, la televisión, la música, las tecnologías más recientes de comunicación, se valen de componentes estéticos que configuran un modelo determinado de «ser humano».
Ámbito de Arte
En el seno de la Universitas Albertiana surgió hace años el Ámbito de Arte, el cual tiene como vocación profundizar en el ser del arte y compartir el fruto de esta reflexión. Parte de que las diferentes disciplinas artísticas, puestas en diálogo entre sí, son manifestación de la esencia creativa del ser humano. Por tal motivo, lo ayudan a liberarse, encontrarse con la realidad y a vivir en paz.
El arte, desde nuestra perspectiva, no debe apoyarse en ideologías, sino en evidencias.
Este Ámbito se nutre del realismo existencial como base filosófica.
Realiza su trabajo en una doble vertiente: reflexionando al interior del grupo que lo constituye, y proyectando —a través de acciones públicas—, los resultados del proceso de investigación y creación.
Ámbito de ARTE, Universitas Albertiana
Barcelona (España)
Mayo de 2017