Gratitud al sol

Gratitud al sol

Fotografía: Javier Bustamante

Yo no sé si algún día,
a lo largo de mi ya larga
sorpresa de existir,
alguna vez te he dado
debidamente gracias
oh, Sol.

Bien sé
que sin ti, no habría Tierra ni Luna
ni esos animales
llamados hombres
ni me hubieran podido hacer nacer.
¡Mira por dónde, tú,
eres también –quién lo diría–
un necesarísimo padre mío!

Sin ti, no habría, no,
en este oscuro
rincón del Universo,
nuestros cálidos días
tan espléndidos, ni estas noches
de joyas susurrantes
que tú, aunque escondido,
guardas en duermevela.

Gracias sinceras, Sol.
Me has dado, sin cobrarte nada,
la vida y la alegría
y el coraje de ser y actuar.

Eres, seguramente, mensajero
de algún alguien, más Luz pero invisible,
del cual eres cercano
y acariciante testimonio.

Supongo que este Alguien te ha traído
a donde estás ahora
para mi bien.
Mas hoy
sólo te veo a ti y a ti te hablo.

Porque nadie puede saber
lo que es el verdadero
y primigenio gozo de existir
mientras desnudo
no corre de tu mano
–gritando,
cantando–
por campos y praderas,
o juega al escondite
contigo por los bosques
o nada como un pez entre los peces,
persiguiendo riendo, tu reflejo
por los ríos y el mar.

Amándote
es como fui aprendiendo a amar
a la otra gente
y a otros seres y cosas
que están fuera de mí,
pues al chocar tu luz con todos ellos
los reconozco como hermanos.

Oh, Sol amigo de Francisco.
Yo no quería
dejar bien claro de decirte
gracias sí, gracias, antes de morirme.

 

Alfredo RUBIO DE CASTARLENAS
Poeta (Barcelona, 1919-1986)
Barcelona
Mayo de 2018

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