Tapiz de alas inmigrantes

Tapiz de alas inmigrantes

El refugio de la mariposa monarca

«Tapiz de alas inmigrantes» es una exposición de fotografía que nació de la inquietud de descubrir para descubrirnos. Es una invitación a abrir nuestros sentidos a la naturaleza: escuchar su voz, percibir su aroma, observar su luz, sentir su grandeza y paladear su sabiduría. Nos parece un libro fascinante abierto al conocimiento, a través de su estudio y observación.

La idea que se propone es, quizás, un atrevimiento. Pero después de visitar y fotografiar el refugio invernal de la mariposa monarca en Michoacán, México, pensamos que sería interesante no sólo exponer las imágenes sino, además, equiparar la migración de esta especie con nuestra propia migración como seres humanos.

Fotografía: Pixabay

Es como aquellas cosas que siempre pasamos de lado y que nunca nos detenemos a mirar. Hasta que un día… algo nos hace girar la cabeza. Algo… que llama de pronto nuestra atención. Ese algo es…

1. LA SORPRESA

Llegaron del sur, del norte,
del mar, del aire

trajeron lo mejor de sí:
el color de sus alas
o el sueño de vivir mejor

(el mismo sueño que ha llevado
a otras especies a emigrar de aquí).

En diciembre de 1999 visitamos uno de esos «misterios» de la naturaleza que nos dejan atónitos. El refugio invernal de una especie migratoria: la mariposa monarca. Un espectáculo único: millones de mariposas de esta especie por todas partes. Mariposas volando; mariposas en los árboles, en el tronco y en las ramas; mariposas por los pies, por las manos.

De entrada, no te explicas qué hacen allí tantas mariposas juntas. Sin embargo, la curiosidad y un poco de investigación nos aclararon el misterio: el espectáculo se debe a un ciclo natural de adaptación o, visto de otra manera, el misterio se debe a la «magia» de la naturaleza.

Pero, ¿qué ha hecho posible este fenómeno?

Fotografía: Pixabay

2. LA SUPERVIVENCIA

Los «sin papeles»

o una cola larga
hacia cualquier destino
fuera del hambre

(ésa que encuentra exilio
y patria en cualquier trozo del planeta).

La mariposa monarca habita en norteamérica. Durante el verano la temperatura ambiente es apropiada para la mariposa, los períodos de luz solar son largos y tiene suficiente alimento. Pero cuando el otoño anuncia la llegada del invierno, las masas de aire polar bajan drásticamente las temperaturas de la zona septentrional. Entonces, la mariposa, que no puede controlar su temperatura interna, tiene que hacer algo para poder sobrevivir. Por si fuera poco, las plantas pierden sus flores, con lo que comienza a escasear su alimento.

¿Cómo han resuelto su supervivencia?

3. EL VIAJE

Fotografía: Pixabay

Ciclo:
emigrar del hambre
para llegar al hambre

en ocasiones
traiciona el ADN.

Viajar hacia el sur es la manera de sobrevivir. Para la mariposa monarca, la solución ha sido migrar hacia zonas con temperaturas más templadas. Es un viaje que comienza a principios de octubre y que las llevará nuevamente al norte a finales de marzo. Las mariposas pueden llegar a recorrer más de un centenar de kilómetros cada día. Su horario de vuelo suele ser diurno: entre las nueve de la mañana y las seis de la tarde, aproximadamente. Viajan en grupos de unos seiscientos ejemplares. Por las noches descansan en los árboles. De esta manera completan el trayecto, de hasta cuatro mil kilómetros, en menos de un mes.

¿Cómo se las arreglan para llegar hasta allí y volver?

Fotografía: Pixabay

4. LA ADAPTACIÓN

Llegará la fase de este ciclo
en que dar no sea a cambio
y recibir sea gratuito

mariposa que al tomar el néctar poliniza

hay un misterio en toda adaptación
que muta la incomprensión en diálogo

(hay tanto del otro en mí
y tanto de mí en el otro,
que apenas lo concibo distinto).

En cierto sentido, la inteligencia se puede considerar como la capacidad de adaptarse al medio ambiente. En ese caso, la «inteligencia» de la mariposa monarca le ha sugerido alternativas muy creativas.

Si en verano la mariposa monarca vive de dos a seis semanas, uno se pregunta cómo pueden ir y volver cuando esto les toma, por lo menos, siete meses. De hecho, las generaciones de primavera y verano nacen y mueren en el norte. Sin embargo, la generación migratoria (la protagonista de esta exposición), que nace a principios de octubre, interrumpe su proceso de maduración sexual para emprender el viaje. Esto le permite aletargarse durante el invierno y aumentar su tiempo de vida hasta seis e incluso nueve meses. La pregunta entonces sería: ¿cómo saben a dónde tienen que ir si nacieron en el norte? Sigue siendo un misterio, pero es probable que los datos del vuelo estén registrados en el «disco duro» de sus genes a través de siglos de evolución.

¿Qué papel desempeñamos en este ciclo?

Fotografía: Pixabay

5. LA SOLIDARIDAD

A leguas de distancia
en qué idioma hablaremos

tantos y tan diversos
que, al mirarnos, ojalá
nos sobren las preguntas

(y no prejuicios afilados).

A finales de febrero, cuando las mariposas terminan su letargo invernal, ya han madurado sexualmente y están listas para aparearse. A principios de marzo emprenden el viaje de regreso hacia el norte.

Éste es el ciclo vital de la mariposa monarca. La deforestación de estos bosques, entre otras amenazas, podría romper la dinámica que ha necesitado tanto tiempo de evolución. Y si por estas causas se rompiera el ciclo, no sabemos si la mariposa tendría el tiempo suficiente para generar una nueva solución en sus genes antes de desaparecer.

La migración es un proceso natural que se da en muchas especies y que responde a diferentes factores de supervivencia. Entorpecer estos mecanismos, en vez de favorecerlos, podría desencadenar la desaparición de las especies migratorias; especies con las que compartimos el planeta y que forman parte de éste: nuestro hogar.

Juan Carlos OLIVERA, texto / Javier BUSTAMANTE, poesía
México
Publicado en RE 55

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