El festín de Babette
Hay películas que nos aportan muchas lecturas, sobretodo cuanto más universales son sus contenidos. No importa de la época que nos hablen o de la minúscula porción de planeta donde se recreen o de los hechos o personas en que se inspiren. Cuando en una película resuena lo humano, su mensaje es capaz de descifrarlo cualquier persona.
El festín de Babette (Babettes gæstebud, en danés) es una de estas obras de arte. Se trata de una película danesa del año 1987, escrita y dirigida por Gabriel Axel, basada en una obra de Karen Blixen. Tiene una cantidad enorme de premios, comenzando porque fue, en 1988, la primera película danesa en ganar el Óscar a la mejor película de habla no inglesa.
Todo en ella está bien bordado o, mejor dicho, bien cocinado. Como su nombre lo indica, gran parte del argumento se desarrolla en la preparación de una fiesta. No tocaremos mucho el argumento para adelantar lo mínimo posible a quienes no hayan tenido aún el placer de verla. Y es que, realmente es un placer para todos los sentidos. Incluso para el olfato, el gusto y el tacto, que consiguen cruzar la pantalla y deleitarse con olores, sabores y texturas.
Babette es una mujer de la alta cocina francesa que por cosas de la historia acaba en un recóndito pueblo de las costas de Dinamarca. Allá es acogida por dos hermanas mayores que están por celebrar el aniversario de su difunto padre, un pastor de iglesia. Hasta aquí dejamos el argumento… Sólo insisto: ¡véanla!
Fiestas que liberan
Inspirándome en este filme destacaré dos grandes temas. Uno es la fiesta y el otro la libertad.
La fiesta es un acontecimiento de lo más humano. Su práctica se remonta a los orígenes de nuestra presencia en el planeta y traspasa todos los ámbitos de la vida: desde el nacimiento hasta la muerte, desde lo doméstico hasta lo público, desde lo más religioso hasta lo más banal.
Toda fiesta es un catalizador, ya que genera dinámicas de transformación, por mínimas que sean. La fiesta tiene un origen o cuasa y ya esto es un motivo de unión. La fiesta requiere preparativos: pensar en el espacio donde se desarrollará, las necesidades materiales, los invitados e invitadas. También se transita por distintos momentos durante la celebración, es decir, posee una dinámica o ritmo, con su bienvenida, momento culmen o relevante y un final. Y, aún después de su desarrollo, la fiesta requiere un desmontaje de todo lo que se requirió para hacerla posible.
Probablemente, cada quien podamos tener en el recuerdo alguna fiesta que haya perdurado en el tiempo. Sí, que pasados los días o los años, aún recordemos esa celebración como un acontecimiento con un antes y un después en nuestra vida, tanto por lo que significaba (por ejemplo, una boda), como por el ambiente que se dio o la marca que dejó en nuestra persona o en el grupo que la compartió.
Las fiestas, además, tienen efectos en el plano social. Frecuentemente armonizan las convivencias, generando tiempos y espacios de igualdad, es decir, disuelven o aminorizan las jerarquías. También relativizan los enfrentamientos o asperezas. Además impulsan la creatividad, el ingenio. A propósito, el pensador Alfredo Rubio de Castarlenas (Barcelona, s.XX) decía que lo más opuesto a la guerra no es la paz, sino la fiesta. En ambas realidades se agudiza la creatividad y se dan citas las emociones más básicas del ser humano, sólo que en direcciones opuestas y con finalidades muy distintas.
El segundo tema que me sugiere El festín de Babette es el de la libertad. Quien pueda verla me dará la razón. Babette hizo un uso generoso y hermoso de su libertad. Con los medios que contaba regaló lo mejor de sí. Y transformó una celebración, que había de tener unas características, en una verdadera obra de arte liberadora. Con esto lo digo todo. Las personas que se atreven a ser libres van generando ocasiones de libertad a su alrededor.
Me tomaré una licencia evocando una de las frases que más me impactan de la película. Sale de labios de Babette: “Una artista nunca es pobre”.
Dar enriquece, sobre todo si lo que se comparte es belleza o si se hace de una forma bella.
Aquí comparto el link del tráiler. Actualmente es una película muy fácil de encontrar. A disfrutarla y a generar fiestas con la marca babette.
Ficha
Guión: Gabriel Axel basado en la novela de Karen Blixen
Intérpretes: Stéphane Audran, Bodil Kjer, Birgitte Federspiel
Nacionalidad: Dinamarca
Género: Drama
Año: 1987
Premios
Oscar Mejor película extranjera 1988; Premio BAFTA Mejor película en habla no inglesa; Festival de Cannes: Mención especial del jurado ecuménico; nominada a 5 premios BAFTA de la Academia Británica: mejor película, director, actriz, fotografía y guión adaptado; Cóndor de Plata de la Academia Argentina: Mejor película extranjera; nominada al César de la Academia Francesa como Mejor película europea; Sindicato de Periodistas Italianos: Premio mejor actriz, nominación mejor director; Premio a la mejor actriz y la mejor película extranjera del Círculo de Críticos de Londres; Premio a la mejor película extranjera del Círculo de Críticos de Kansas; Premio a la mejor actriz del Festival de Robert Gran; Premio del jurado y Premio del público del Rouen Nordic Film Festival.
Javier BUSTAMANTE ENRIQUEZ
poeta
Ciudad de México (México)
Ámbito de arte de la Universitas Albertiana
Febrero de 2019