¿Cómo decidir bien?

¿Cómo decidir bien?

Decidir no es opcional; es propio de la persona humana. Decidimos a todas horas. A veces, de modo instintivo e instantáneo; otras, como fruto de una reflexión más pausada. En ocasiones damos largas para no decidir, procastinamos para no afrontar una opción incómoda. Suele ser mala estrategia, porque la peor decisión es no decidir. Y porque la libertad se ejercita decidiendo. Por ello mismo es necesario decidir bien, para seguir siendo libres. Puede suceder que, si decidimos mal, terminemos siendo esclavos de algo.

  1. El primer aprendizaje que uno debe asumir sobre las decisiones, es que tienen consecuencias. Y no sólo las decisiones importantes. Todas, las grandes y las pequeñas, van orientando nuestra vida y configurando el día a día. Paso a paso construimos nuestra vida, nuestro estilo personal, el modo como colaboramos con la sociedad. Hacer o o hacer algo, traerá consecuencias pequeñas o grandes, positivas, neutras, negativas… Nuestras decisiones nos afectan a nosotros mismos y también a demás, sobre todo a los cercanos. Por eso a las personas libres que deciden, se les pide responsabilidad: dar cuenta y asumir las consecuencias de lo decidido, es ser responsables, además de libres. Una persona que no asume las consecuencias de sus decisiones actúa de modo infantil.
  2. No podemos prever con precisión todas las consecuencias de nuestras decisiones; hay muchos imponderables, muchas cosas que se derivan de las reacciones de los demás, o de situaciones que no controlamos. Ése es un dato de la realidad que nos coloca en nuestro sitio como seres limitados.
  3. Pero aún contando con ese límite, debemos colocar las decisiones en la prioridad o el orden de importancia adecuados; no todas son igualmente claves, no todas afectan en la misma medida a nosotros y a los demás.
  4. Las decisiones importantes deberían tomarse habiéndose informado bien: tener los datos necesarios para actuar conscientemente.
  5. ¡Pero con equilibrio! Tanto el tiempo dedicado a informarse como a reflexionar antes de decidir, tienen un límite. A veces el exceso de reflexión nos lleva a círculos cerrados de los que no sabemos salir.

Sobre los mejores criterios para decidir, se han escrito ríos de tinta por parte de los grandes filósofos, éticos, Padres de la Iglesia… No voy a repetir lo que otros han dicho ya, y dicho bien.

Me gustaría en cambio compartir aquí mi propia experiencia sobre cómo decidir. El punto de partida fue un consejo de Alfredo Rubio de Castarlenas. Decía que las decisiones deben tomarse con el criterio de la libertad (a más libertad, mejor decisión; a menos libertad, menos buena decisión), y el amor (un amor generoso y benevolente). Sugería hacer como los pájaros en vuelo, que instintivamente se colocan del mejor modo posible para avanzar hacia su meta. Nosotros debemos en todo momento decidir lo mejor, lo que ejerce un mayor bien en todos, pero sin un exceso de reflexión, sino con agilidad y dinamismo. Es casi «por instinto». El amor auténtico y lúcido es una brújula que nos orienta.

Como el pájaro en vuelo toma el viento del mejor modo posible, decidir siempre lo mejor

Si miras el mundo, la sociedad, tu entorno -y a tu propia persona- con ojos benevolentes, irás descubriendo con más nitidez qué necesitan todos, dónde está el mayor bien, y podrás tomar decisiones con una mayor perspectiva. Esto por supuesto requiere silencio, tiempo, y cultivar el corazón para que de él salga lo mejor.

¿Esto garantiza evitar errores, o asegura que todos quedarán contentos? Ciertamente no. No somos dioses; somos personas que vemos las cosas desde un punto de vista parcial y podemos equivocarnos. O sin querer, incluso con buena intención herir a otras personas al decidir.

Pero el hecho mismo de tomar las decisiones con libertad y amor, y con responsabilidad -es decir, asumiendo las consecuencias que se derivarán de ellas-, eleva las posibilidades de que el bien se multiplique en todas direcciones, también para uno mismo.

Leticia SOBERÓN MAINERO
Psicóloga y doctora en comunicación
Madrid, diciembre 2022

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