La sinceridad en el arte

La sinceridad en el arte

Diálogo con el pintor Josep M. Forcada Casanovas

Foto: Javier Bustamante

– La pintura, y el arte en general, ¿qué papel tienen para el ser humano?
– El de crear belleza, recrearla, poner en evidencia a través de la palabra, de la imagen y de los sentidos en general para abrir un cauce de felicidad. Lo bello siempre es expresión de la bondad y del bien ser. El arte ayuda a detectar la belleza propia de la creación, de la naturaleza, del entorno y de las personas.

– El verbo «pintar», ¿a qué te remite? ¿Qué sentido tiene para ti?
– Pintar se refiere a una técnica para que a través de aplicar el color a un lienzo consigas la emoción que siente el pintor, por ejemplo sobre un paisaje y ofrecerlo al que observa la obra pictórica. Puede sugerirle paz, alegría, placer, tristeza, etc. Sin duda, a través de la pintura se puede producir una verdadera conmoción espiritual. No es necesario, por ejemplo, en el paisaje, quedarse con una mera copia de lo que pueda captar una cámara fotográfica. Esto es otra forma de arte.

– ¿Cómo es el proceso creativo en ti? ¿Qué camino recorres hasta llegar al final del lienzo -si es que puede darse por concluida una obra-?
– El proceso suele tener mucho de emocional. En un momento determinado un hecho, una palabra, una cosa… me sugieren algo. Reconozco que para mí la naturaleza es una predilecta fuente de inspiración. Me cuesta mucho dar por terminada una obra, siempre se me ocurren pinceladas para que se entienda más lo que quiero decir. Sin duda, influye mi estado de ánimo.

– ¿Crees que tu producción pictórica se encuentra dentro de uno o varios estilos estéticos? ¿Cuál o cuáles serían?
– En mi pintura es evidente que la evolución abarca desde la madurez de la pincelada hasta el enfoque de los temas. Quizás consigo una mayor fuerza en lo que respecta al color y me aparto cada día más del detalle y siento que tiendo a abstraer cada vez más. He partido de la emoción que me han producido los impresionistas en mi vida.

– El artista, como otras vocaciones o profesiones, trabaja con «materia prima» como las emociones o los pensamientos, tanto propios como colectivos, ¿qué responsabilidad piensas que contrae con la sociedad por este hecho?
– Para mí “la materia prima” la siento en mi mente, por tanto en la emoción y en la razón. Entiendo que la emoción es razonable, desde que aparece la emoción hay un proceso razonable de técnica, método, tiempo, calidades pictóricas, etc. Es un proceso de desnudez del espíritu y cuento con la aceptación o rechazo de quien entabla un diálogo intelectual con la obra.

– Quienes conocemos tu obra somos capaces de decir «es un Forcada», como se puede reconocer el timbre de voz de una persona concreta al escuchar una canción o el estilo narrativo de cierto escritor. ¿Qué crees tú que le da esta denominación de origen a tus cuadros?
– Quizá cierta madurez en la coherencia de seguir una línea de trabajo, pero por otra parte tengo conciencia de que deseo que vean en la pintura cierta solidez. El ejemplo de que una voz madura, afinada con un timbre acorde con las notas configura y con un estilo peculiar, me gustaría que esto se pudiera aplicar en mi pintura.

– Hasta ahora hemos indagado en tu persona y en tu obra, háblanos de algún artista que sea significativo para ti y porqué.
– Un artista al que yo le llamo mi maestro, Fidel Bofill, quien tuvo la paciencia de aguantar mis errores en mis comienzos en el arte del caballete. Quiero destacar dos consejos: “antes de poner el pincel en la tela debes pensar qué quieres decir” (color, intensidad, contraste, sombra…) y por otra parte “utiliza colores limpios, las sombras tienen que ser transparentes”. Tengo que reconocer que mi abuelo paterno Carlos, buen dibujante con una pintura propia de su tiempo, la de la “Escuela de Olot”, me introdujo en mi infancia en el mundo de la pintura.

– Finalmente, ¿qué te emociona de una obra de arte?
– Que esté bien construida, que “me hable”. Es un misterio, a veces me fijo en un elemento sencillo, en la composición, en el colorido, en la fuerza… Lo mismo me sucede cuando me encuentro con una persona: si es amiga, si es sincera, si interpela en mis sentimientos, si se me despierta una buena disposición psicológica, si sé quién es… Son tantas las cosas capaces de emocionar, ¡si son sinceras!

ÁMBITO DE ARTE, Universitas Albertiana
Barcelona (España)
Octubre de 2018

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