Ganadores

Ganadores

Imagen de pasja1000 en Pixabay

Parece que estamos programados para intentar ganar siempre en todo aquello que participamos. Convertimos cualquier evento en una competición. Si estudiamos, parece que hay que ser el primero de la clase; el que tenga mejores notas, especialmente para asegurar labrarse un futuro de éxito. El primero de la promoción tiene ya un aval y más puntos para conseguir un mejor puesto de trabajo.

Advertimos que la sociedad es tremendamente competitiva. Además, el éxito va unido a la economía lo que produce consecuentemente un enriquecimiento de unos pocos y a la vez una rivalidad por su obtención.

Vivimos en una sociedad en la cual lo importante es ser el primero, ya sea en el deporte, en la vida social, en la laboral,… incluso en los premios literarios, musicales, artísticos… No solo a nivel personal, también como grupo, como partido, como país.

La competencia se manifiesta en la mayoría de lo que se hace en la vida cotidiana, por ejemplo, se observa en la manera de conducir, a menudo hay conductores que intentan superar a otros, aunque sólo sea por la satisfacción de ir delante. Más de uno, cuando ven una cola de vehículos, buscan un hueco para ponerse al lado del primero y salir antes que los otros, manifestando con ello incluso un desprecio hacia aquellos que según las pautas sociales guardan su turno. Todos podríamos aportar experiencias cotidianas de actitudes de buscar ser el primero, de «ir a ganar». (Recuerdo un coche que llevaba un letrero en el cristal posterior que decía: “Mi coche es menos bueno que el tuyo, pero voy delante de ti”).

“Solo uno puede ser el primero” proclamaba hace tiempo, un anuncio con la imagen de dos caballos de carreras llegando a la meta”. Pero, como en cualquier competición, son más los que pierden, pues solo uno gana. Y una sociedad de muy pocos ganadores sería más una sociedad de perdedores pues, siguiendo el ejemplo de una competición, estos serían la mayoría.

Además, el ser ganador o perdedor lleva una carga emocional que hay que saber gestionar para seguir avanzando en la vida y conlleva un sobreesfuerzo en el día a día.

En el momento actual en que se está viviendo una pandemia, muchas veces hemos escuchamos: “¡juntos lo conseguiremos!”. Porque en esta situación de crisis está claro que nos necesitamos unos a otros en la lucha y que, es la interrelación de unos con los otros lo que nos puede ayudar o perjudicar. Pero tal vez ese ¡juntos lo conseguiremos! se podría incorporar como un rasgo de nuestra sociedad, una forma de tomar conciencia solidaria.

Y que, si somos una sociedad de ganadores, sea porque todos somos felices ganadores, del premio más importante, del cual no hemos hecho ningún esfuerzo para ganar: la vida.

Diciembre de 2020

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