El Metaverso

El Metaverso

Imagen Pixbay (cesión gratuita)

El desarrollo de internet ha supuesto un cambio en la evolución de la humanidad. Han cambiado aspectos tan fundamentales como lo es la forma en la que los individuos se relacionan, la manera de comunicarse, en cómo se difunde la información y ha abierto nuevas maneras de entablar relaciones sentimentales, entre otras muchas cosas.

Cuando hablamos de metaverso, estamos hablando de un universo virtual y paralelo donde se podrá conversar, compartir, comprar, trabajar e intercambiar información e incluso vivir experiencias en primera persona. Es como si nos teletransportáramos a otra realidad distinta a la que estamos viviendo en nuestra cotidianeidad. Un ciberespacio distinto al que conocemos hoy en día como digital en dos dimensiones. La realidad virtual nos transporta a un mundo en tres dimensiones en el que las sensaciones son actualmente cuasi reales y, a corto plazo, serán absolutamente reales.

No estamos hablando de ciencia ficción, es algo muy real que se está construyendo a una velocidad que difícilmente podríamos imaginar. Un informe de Bloomberg Intelligence cifra ya en 500.000 millones de dólares el valor del metaverso, este universo paralelo al mundo físico formado por distintos mundos virtuales interconectados donde los seres humanos podremos vivir una existencia alternativa. Alrededor del año 2025 se considera que dicho valor habrá alcanzado los 800.000 millones y al final de la década podría haber alcanzado los 2,5 billones de dólares.

Lo que soporta estas previsiones es la consideración de que el metaverso es el futuro de internet y de un cambio de paradigma de cómo se va a interrelacionar el individuo con el mundo. Las perspectivas económicas son tan enormes que las grandes tecnológicas —como Apple, Facebook, Nvidia, Sony o los gigantes chinos Tencent y Alibaba— están invirtiendo miles de millones para posicionarse como portales de entrada a esta dimensión alternativa. https://cincodias.elpais.com/cincodias/2021/09/10/companias/1631256674_481434.html

La evolución de esta nueva manera dual de entender la realidad, una física y otra virtual, va a aportar con seguridad muchas ventajas y beneficios a la humanidad, pero también podemos afirmar con rotundidad que rasgará las entrañas de un modelo de sociedad que, para bien o para mal, conforma nuestra manera de entender el mundo. Podremos vivir a caballo entre dos mundos y no sólo en nuestro espacio de ocio, sino que supondrá también un cambio en las metodologías de trabajo.

Esta vida en mundos paralelos abre enormes interrogantes respecto a ¿cómo puede mejorar nuestras vidas?, ¿cuántas cosas impensables podremos llevar a cabo?, ¿qué ventajas aportará en cuanto a incrementos de productividad?, ¿cómo podrá mejorar la calidad de vida de los individuos?, ¿cómo afectará esta nueva realidad a las relaciones familiares?, ¿cómo va a responder la escuela o la universidad a los retos que esta nueva realidad va a plantear?, ¿cómo va a afectar a la problemática que genera la brecha digital y la desigualdad social?…

Pero además de estas preguntas, hay una que podría considerarse más óntica. ¿Qué ocurriría si existo en un mundo físico en el que no estoy contento de mi existencia ni acepto mis limitaciones? Y, sin embargo, puedo entrar en un mundo virtual creando un avatar de mi ser, donde sí puedo cambiar lo que de mí no me gusta y eliminar las limitaciones que me impiden gozar de mi existencia.

Muchas son las preguntas que se plantean y pocas las respuestas que tenemos al avance vertiginoso de una tecnología que, aunque emergente, va a convertirse en una realidad en menos tiempo del que podemos pensar.

Después de leer este artículo, os recomiendo ver la película “Ready Player One”, seguro que os hará reflexionar  https://www.youtube.com/watch?v=xTHPN0XeoMc

David MARTÍNEZ
Economista
Barcelona (España)
Diciembre de 2021

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1 Comment

  1. David,
    te felicito por este artículo tan claro y conciso. Em poco tiempo nos podemos hacer una idea de lo que esignifica el metaverso. Nos has ahorrado muycho tiempo de lectura.
    Mis alumnos están encantados con la idea, aunque a mi confieso que tener que entrar en un mundo nuevo ahora que ya sé cómo funciona este, me da un poco de reparo. Vamos a ver si encontramos el punto justo, el equilibrio entre lo nuevo y lo actual.

    Se me antoja qe, si ese espacio también sirve como cancha de trabajo y comercio, los de mayor edad estaremos en cierta desventaja.

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