Audiencias Memoriales: reparando el tejido social dañado

Audiencias Memoriales: reparando el tejido social dañado

Las Audiencias Memoriales son una iniciativa en la que se reúnen descendientes de personas relacionadas con la Guerra Civil, la Dictadura franquista y la Segunda Guerra Mundial para hablar públicamente sobre cómo habían vivido/sufrido ellos y/o sus familiares los acontecimientos de esta época trágica y dolorosa.

Esta iniciativa incipiente celebrada en el año 2014, ha seguido expandiéndose en Catalunya durante los años 2017 a 2019. Desde bisabuelas y bisabuelos, pasando por abuelas y abuelos, madres y padres hasta biznietas y biznietos, personas de hasta cuatro generaciones han recorrido un camino introspectivo y de exploración personal e historia familiar, y se han reunido para escuchar(se), comprender(se), reconocer y reparar el tejido social dañado por la Guerra Civil, la Dictadura y la Segunda Guerra Mundial. Personas de Monistrol de Montserrat, Sant Boi de Llobregat y Sant Joan de Vilatorrada compartieron sus memorias orales y experiencias ante personas de sus respectivos pueblos y del resto de Catalunya y ante representantes de organismos públicos locales, provinciales y nacionales en el mismo lugar donde tuvieron lugar los hechos, haciendo referencia a muchos otros lugares conectados de Catalunya, España y Europa.

Daniel Fernandez, Mireia Vives y Jordi Palou-Loverdos

Son historias reales, cada una con su perspectiva memorial, que no salen en los libros de historia pero que conforman la historia en minúscula, muchas veces no conocida, no reconocida o, incluso, deliberadamente ocultada. No es todo lo que sucedió pero hemos podido conocer y reconocer como afectó de muchas maneras – e incluso cómo sigue teniendo efectos en el presente – la guerra, la represión de la dictadura y la tragedia del Segunda Guerra Mundial en muchas familias.

Las Audiencias Memoriales han permitido la escucha y hacer memoria, con respeto, honorando – en un silencio de calidad – fragmentos de vida de cada una de las personas que voluntariamente quisieron participar; las Audiencias Memoriales han permitido reparar moral e institucionalmente a las victimas (como sugerían muchos expertos y el Relator Especial de la ONU sobre verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición); se ha roto el silencio en público, ante el pueblo que vivió estos hechos y ante las autoridades públicas que reconocieron públicamente estos hechos; se han dignificado las personas y las victimas por parte de las instituciones públicas en democracia; se ha puesto en valor el enorme coraje y la capacidad de resiliencia individual de las personas y resiliencia colectiva de los pueblos donde se realizaron las Audiencias Memoriales. Éstas han contribuido a conocer y a comprender hechos, ideas y sentimientos de personas con nombres y apellidos. Sin querer equiparar víctimas y verdugos, se ha facilitado la escucha de los testigos en primera persona e incorporando padres, abuelos, bisabuelos, tíos, hijos, nietos, biznietos, cada cual desde su visión y perspectiva: hemos escuchado descendientes de perpetradores que han repudiado los hechos y el sufrimiento que causaron sus antecesores a la gente del pueblo, hemos reconocido su coraje de reconocer esto en público ante el pueblo y su voluntad reparadora; también hemos escuchado víctimas y descendentes de víctimas (incluso algunas relacionadas directamente con descendentes de perpetradores presentes en la Audiencia Memorial) y hemos reconocido su dignidad, nunca perdida, pero ahora reconocida en público.

Las Audiencias Memoriales han contribuido a reparar el tejido social que había quedado dañado, tanto en las sesiones formales de las Audiencias como en las sesiones informales, los intercambios y diálogos espontáneos antes y después de las Audiencias: se han producido miradas, palabras, intercambios, encuentros improbables e impensables entre personas, incluso abrazos entre descendentes de verdugos y descendientes de víctimas de estos, entre auténticos sobre/supervivientes; las Audiencias Memoriales nos han permitido aprender de personas que tendrían motivos para odiar a quién los encadenó con hechos lesivos (tanto de la violencia revolucionaria, como de la guerra, como de la represión de los que ejecutaban la dictadura) pero que hicieron la opción de no generar una nueva cadena de odio y de nuevos hechos lesivos que llevarían a una concatenación de violencias sin fin.

Seguimos avanzando en la construcción de una memoria colectiva que transforme y supere resentimientos, repare el tejido social dañado en el pasado y nos proyecte armónicamente en el futuro, teniendo presente en la mente y el corazón no sólo las generaciones que nos precedieron sino, al menos, las siete próximas generaciones que nos seguirán.

Jordi PALOU-LOVERDOS
Impulsor y Co-responsable de AudiMem-Audiencias Memoriales.

Director de la Fundación Carta de la Paz Dirigida a la ONU
Barcelona (España)
Diciembre de 2019

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