La importancia del ser

La importancia del ser

Entre el año 1989 y 1990, Alfredo Rubio de Castarlenas dio un curso llamado «El hombre a solas», profundizando sobre la importancia y sentido de dedicar varias horas diarias a la soledad y el silencio. En ese curso, poco a poco fue mostrando cómo las personas debemos saborear el hecho mismo de ser, de existir. Sin palabras, sin análisis. Y al tocar con el corazón ese hecho portentoso -visto que podríamos no haber existido y no nos dimos el ser a nosotros mismos- se contacta con el Ser, esa fuente que nos sostiene y que el autor define como Amor. Este poema expresa ese asombro. ¡Qué necesario y vital es reaprender a asombrarnos! Es como si tuviéramos que quitarnos un velo de los ojos, de los oídos, de la sensibilidad. Y simplemente sentirnos existir… ¡con pasmo!

Mujer contemplando
Una azulada estela del amor 

LA ESENCIA DE MI SER

La esencia de mi ser ¿cuál es?
La esencia de mi ser, es ser amado
por Él, que es el Ser.
Porque la esencia de ese Ser es el amar.
Y yo, que soy un eco, estoy volcado
a ser, también, amor tan solamente.
No hay yo, sin ; ni , sin yo.
La Trinidad es el motor, por infinito e inmóvil,
de todo otro amor posible.
Ya que del Verbo se inventa el ,
yo puedo ser un nuevo ,
aunque pequeño, para el yo de mi Dios.
Bien sé que no soy de la única roca
como es el Verbo, la divinal naturaleza.
Me basta ser el eco de esta roca
que se clama a sí misma.
Amar así, cual pura vibración
de sus mutuas respuestas,
constituye  mi ser.
Pregunto: al ser que llamamos Ser,
¿por qué no lo nombramos, simplemente, amor?
¡Qué fácil nos sería!
Más que el Ser, ser amor,
¡No, no! ¡Es el amor quien es el Ser!
Amar es más esplendoroso
que cualquier metafísica.
O más bien, lo que existe es la persona.
El ser de amor, es sólo un y un yo.
La persona, ella sola,
ya es todo el ser que es y que uno tiene.
Será quizás incluso muy superfluo,
decir ¡yo soy!, tú eres. ¡Sí!
Basta mostrarse sin decirnos nada.
Yo, . Yo, un yo para tí.
Tú, un yo para mí. ¡Amén!
Y las cosas, acaso su estar siendo
¿es sólo un ser para vosotros?
¡Una azulada estela del amor!

ALFREDO RUBIO DE CASTARLENAS
Barcelona, 1989

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