Es muy importante analizar todos los aspectos del cuidar, ya que todos podemos creer que son inherentes a la persona, pero no es así. Cuidar significa estar pendiente de una persona, animal o cosa, para beneficio de ella o de quien solicite nuestro trabajo.
Es indispensable, a mi criterio, hacerlo de manera consciente, siendo conocedor de mis limitaciones y capacidades a la hora de ofrecer el cuidado que merecen los pacientes que atiendo.
¿Por qué lo menciono así, refiriéndome a cuidar a otras personas? Por ejemplo, si yo vivo con mis padres o algún familiar que requiera por alguna razón un cuidado especial, lo podré hacer, pero si no me preparo para hacerlo y si requiere más tiempo del programado, la tarea que me fue otorgada empezará a ser una carga y causa de enfado, porque eso significa, a veces, abandonar mi vida y todas mis aspiraciones.
El trabajo altruista funciona si yo de común acuerdo quiero hacerlo así, pero requiere atender aspectos básicos. Tiempo para mí de descanso, de recreo, de poner límites al cuidado que ofrezco, de poderme ofrecer una motivación para hacerlo.
Si yo recibo una remuneración por el cuidado que ofrezco, debo tener un perfil adecuado de acuerdo con lo que se me está remunerando, es decir, el conocimiento, el profesionalismo, un tiempo limitado y sobre todo la honradez con que haré esta tarea. Todo trabajo conlleva límites que se deben hablar a la hora de contratar un servicio de estas características. No hay que dar nada por hecho. No podemos exigir que además de cuidar a mi familiar, limpie la casa, lave su ropa, haga la comida, juegue con él, atienda visitas, etc. Eso no entra en el cuidar a persona.
Cuidar de una persona tiene multitud de aspectos como hacerse cargo de su aseo, alimentación, vestido, limpieza de su cama, o de su espacio, rehabilitación, entretenimiento en el tiempo que pase con él, así como ejercicio físico, terapias cognitivas, no dejarlo solo, etc.
Y, por otro lado, ¿qué hay que esperar del cuidador? Respeto hacia sus pacientes, tratarlos con dignidad, amabilidad y sobre todo empatía. El cuidador debe saber guardar sus propias necesidades y problemas, amarguras o la carga personal que lleva, ya que no es amigo de la persona que cuida. A pesar de ser familiares, esta persona no tiene por qué escuchar sus vivencias. Tiene suficiente con sus limitaciones.
El aspecto del cuidador es muy importante, se debe presentar de manera digna, limpia y con buen olor, porque está pendiente de otra persona, la limpieza también es básica en todo momento. Si viene de la calle se ha de cambiar con ropa limpia que llevará ya de casa y dejará la ropa de calle para la salida, y así sucesivamente.
Para el cuidador es básico conocer las necesidades de la persona que atenderá y que el familiar aclare las necesidades para su cuidado, el tiempo de dedicación, la remuneración y límites dentro de la vivienda, días de descanso, etc. Nada se da por hecho.
El cuidador debe aprender a cuidar de sí mismo. Como toda persona necesita un trabajo y por lo tanto la remuneración debe ser digna para que no se sienta frustrada y en pocos días vierta su enfado en la persona a su cargo.
Mencionaré, puntualizando, algunos aspectos de los límites que me parecen de gran importancia para el cuidador y la persona que lo solicita:
- Profesionalización. El hecho de que haya cuidado a otros no lo hace especialista, cada persona es diferente y si es familiar no debe olvidar que actúa como profesional.
- Se debe dirigir a la persona con un respeto profundo y de la manera que requiere ser tratada. El uso de los diminutivos se consideran una agresión, por lo tanto, hay que evitarlos. Aunque parece un tratamiento amable no es así.
- Delimitar un cronograma de actividades realista y revisarlo al final del día por cualquier posible información de la persona que la suceda, por ejemplo: baño, excretas, toma de las constantes vitales, alimentación y tipo de la misma, cambio de ropa, o ausencia de esta. Es importante que como cuidador dé su punto de vista: cómo ha pasado el día. Decir que se lo pasó bien no dice nada. Se debe especificar y decir si cooperó, si estaba molesto, agradable, etc., para poder distinguir los estados de ánimo de la persona, lo cual es muy importante para que el informe sea veraz.
- Si hay algo que altera al paciente se tiene que poner por escrito, porque eso protege su trabajo y nunca lo tiene que esconder.
- Si tiene que faltar o necesita algo más tiene que avisar con tiempo, para que el familiar pueda conseguir un suplente y tiene que ser consciente de que ese día será descontado de su salario.
- El hecho de recibir un sueldo no da derecho sobre su persona, sí del tiempo programado y contratado. Tiene derecho a vacaciones y días de descanso y si vive en la misma casa tiene derecho a salir y pasar tiempo de calidad, cosa que no afectará a la persona que cuida.
- Si nota cansancio, enojo, violencia, frustración o enfermedad personal debe informar y tomar un tiempo de descanso, sin culpas, ni reclamaciones.
- Nunca se debe cuidar a dos personas a la vez, porque será una carga de trabajo y las atenderemos mal.
A grandes rasgos, esto es lo más importante que debemos atender al hacernos cargo de una persona sin olvidar el cuidado personal para poder dar más calidad de atención a la persona.
María Bertha COVARRUBIAS MANRIQUE
Médico
Hermosillo (México)
Publicado originalmente en RE catalán núm. 109