La Vuelta (al mundo)

La Vuelta (al mundo)

Finalmente, los dos dejamos el trabajo y nos marchamos. Nos fuimos con una mochila igual de cargada como cada verano, pero esta vez sin billete de vuelta. Nos proponíamos dar la vuelta al mundo por vía terrestre en, aproximadamente, trece meses.

La experiencia empezó en el Cáucaso, una región todavía desconocida por muchos. La diversidad étnica y cultural de esta área es sorprendente. Nuestra forma de viajar nos dio la oportunidad de conectar con diferentes familias armenias, georgianas y azeríes. Fuimos invitados a compartir comidas y canciones que reflejaban siglos de historia y tradición. Vimos cómo estas culturas, a menudo en tensión, pueden coexistir en una convivencia relativa de paz.

Irán fue nuestro siguiente destino. Fuimos recibidos con una hospitalidad que nos conmovió en lo más profundo. Pocos días después de cruzar la frontera, fuimos acogidos por una familia que, a pesar de la gran distancia cultural, llegamos a querernos. Aprendimos de su cultura, creencias, tradiciones e ideas y, sin ser su intención, nos dimos cuenta rápidamente de que las percepciones de occidente no coinciden, en nada, con la realidad de este pueblo, bueno y amable.

En Asia Central exploramos las ciudades de la Ruta de la Seda, donde las vías de este antiguo corredor comercial siguen siendo cruces de conexión entre personas de diferentes culturas. Las lecturas y los podcast que aprovechábamos para escuchar mientras viajábamos de un lugar a otro, mayoritariamente en bus, nos ayudaban a profundizar en la cultura y civilización de cada zona en la que nos predisponíamos a sumergirnos. De esta zona de los stans aprendimos mucho de un pasado lleno de disputas entre diferentes civilizaciones nómadas y pudimos comprender y sentir un pasado comunista fuertemente marcado en este lugar de mundo.

Fotografía: Maria Torres Torres

El subcontinente indio nos ofreció una experiencia única. Exploramos las maravillas de esta inmensa región, desde las vibrantes ciudades hasta las comunidades rurales más remotas. Fuimos testigos de la complejidad de la religión y de la casta y, desde entonces, podemos constatar que sus formas de creer, funcionar y vivir nos cuestionaron en lo más profundo. Podemos decir que en este contexto cultural integramos cómo nuestro pequeño mundo de creencias y valores, así como de sentir y vivir la vida, son una parte muy pequeña y, podríamos incluso decir, insignificante de la inmensidad de creencias y valores que existen y, seguramente, las y los nuestros, lejos de ser las y los mejores. Este hecho nos posiciona, en esencia, en una actitud auténticamente humilde hacia la diversidad mundial.

El sudeste asiático fue un bálsamo de oxígeno y paz junto al caos del subcontinente indio. La explosión de colores, sabores y texturas nos fascinó. Visitamos templos budistas en Tailandia, exploramos culturas tradicionales en las tribus de las montañas de Laos y disfrutamos de los mercados flotantes, llenos de vida de Vietnam.

Desgraciadamente, la pandemia hizo que Nueva Zelanda fuese el último destino a visitar. Las características de esta zona tan fascinante en términos de naturaleza, nos animó a cambiar nuestra forma de viajar. Nada más llegar alquilamos una autocaravana y llegamos hasta las antípodas de nuestro pueblo. Los paisajes, así como el cielo nocturno del país, nunca se nos irán de la cabeza.

Fotografía: Maria Torres Torres

Esta vuelta al mundo de nueve meses de duración, no solo fue un viaje geográfico sino una inmersión profunda en la complejidad de la humanidad. Cada etapa fue una oportunidad para aprender sobre las culturas, tradiciones y las personas que hacen que nuestro mundo sea tan rico y diverso. Nos impresionó la buena gente que encontramos por el camino, su hospitalidad y el deseo de compartir sus vidas e historias con nosotros.

Ahora, cuando miramos hacia atrás y miramos al mundo, lo hacemos con una comprensión más rica y profunda del mundo en el que vivimos. Hemos aprendido que, a pesar de las diferencias, todos compartimos una humanidad común. Y mientras continuamos nuestro viaje a través de la vida, traemos con nosotros las historias y amistades que hemos hecho en esta odisea inolvidable que, definitivamente, nos ha cambiado.

Maria TORRES TORRES
Psicóloga
Caldes de Montbui (España)
Noviembre del 2023

Publicaciones relacionadas

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *