Construir un mundo más equitativo y fraternal
Problemas del modelo actual
para garantizar un ingreso mínimo de supervivencia.»
Imagen de Markéta Klimešová en Pixabay
Uno de los problemas del sistema económico dominante actual es que se preocupa demasiado por obtener un máximo de ganancias con un mínimo de gastos. Su preocupación primera debería ser: ¿Cómo toda persona puede beneficiarse de unos ingresos mínimos para vivir dignamente?
Los economistas defienden su postura representando las ganancias como un pastel redondo; un pastel que está partido a trozos desiguales. Dicen que, si hacemos crecer el diámetro del pastel, todas las partes crecen, y todos tendremos más. Pero la realidad no es así. Se ha demostrado que los que tenían más, cada vez tienen más y los que tenían menos, cada vez tienen menos.
Me pregunto: ¿Cómo podemos pretender una economía basada en un crecimiento ilimitado mientras los recursos naturales son limitados? Seamos realistas: ¡El pastel no puede crecer más! O estamos dispuestos a compartir lo que tenemos con los demás, renunciando a una parte de nuestro trozo de pastel, o habrá que inventar otros paradigmas económicos.
¿Otro modelo es posible?
Rutger Bregman, historiador y autor holandés, en su libro Utopía para realistas[1], invita a pensar cambios profundos en nuestro modelo económico y social. El escritor está a favor de la renta básica universal: lo argumenta y documenta con diferentes experiencias interesantes.
La renta básica es un pago regular que se hace a cada persona para garantizar un ingreso mínimo de supervivencia. El pago de la renta básica se efectúa en metálico, es incondicional y universal, de manera que todos, ricos y pobres, podrían recibirlo sin necesidad de cumplir determinados requisitos[2].
En España se ha celebrado el XXI Simposio de la Red de Renta Básica[3]. En informes de la ONU lo mencionan como un medio de proteger y promover los derechos humanos[4].
Rutger Bregman milita igualmente por una semana laboral de 15 horas… Es muy interesante entender que el crecimiento económico ha podido aportar o más tiempo libre o bien más consumo. La mayoría de las sociedades han optado por más consumo (lo que causa un problema ecológico grave). La locura consumista incluso ha llevado a vivir a crédito. Entonces, muchas personas sienten que no se pueden permitir trabajar menos. Las consecuencias son múltiples: el deterioro de la salud por estrés, falta de tiempo para cuidar la vida familiar, falta de dedicación a la educación de los hijos, etc. Ojalá que consigamos cambiar de rumbo y decidir consumir menos a cambio de tener más tiempo libre.
El poder de las ideas
¿Hay posibilidad de que estas ideas nuevas se hagan realidad? ¿O estamos construyendo castillos en el aire? Es verdad que muchas personas se aferran a los modelos viejo. Rutger Bregman propone estar abiertos a nuevos paradigmas, ser creativos; no dejar que nadie nos diga cómo son las cosas. Nos recuerda que también fueron tachados de lunáticos los que pidieron la abolición de la esclavitud o los que pidieron el sufragio para las mujeres.
Para construir un mundo más equitativo y fraternal debemos conseguir cambiar la mentalidad económica dominante y abrirnos con creatividad y confianza a nuevos paradigmas.
Pauline LODDER
Formadora
Publicado originalmente en revista RE catalán núm. 113
Notas:
[1] BREGMAN Rutger, Utopía para realistas, Salamandra
[2] BREGMAN Rutger, Utopía para realistas, Salamandra
[3] www.redrentabasica.org/rb/
[4] www.ohchr.org/es/stories/2017/06/ Ingresos-básicos-posibles-solución-derechos-humanos-problema-pobreza
