El tema de la crucifixión es central en el arte religioso cristiano. Se puede hacer una primera distinción entre las cruces que representan a un Cristo muerto (con ojos cerrados) y las cruces que representan a un Cristo vivo[1] (con ojos abiertos). Son fruto de diferentes teologías. Son numerosos los Via Crucis: obras de arte representando los diferentes momentos vividos por Jesús de Nazaret desde su detención hasta su sepultura. Sin embargo, hay pocos Via Lucis: representaciones de los encuentros con Jesús Resucitado, vividos entre Pascua y Pentecostés.
Es, sin duda, debido al hecho que la devoción al Via Lucis es reciente. Algunos ponen su origen en Louis Evely (1910 – 1985). Otros lo atribuyen al padre Sabino Palumbieri, profesor de Antropología en la Universidad Salesiana de Roma que, en 1984, fundó el movimiento ‘Testigos del Resucitado’ con el fin de impulsar y dar a conocer en la vida cotidiana la fuerza de la Resurrección. En abril de 1990, se celebró en Roma solemnemente el Via Lucis en las catacumbas de san Calixto. En 1994 los salesianos instalaron un Via Lucis esculpido en madera, en la iglesia del Colle Don Bosco.
En Ginebra, Suiza, un Chemin de Joie[2] fue realizado por el Centro Aletti[3] y el taller de mosaicos d’Encañada[4], bajo la dirección del padre Marko Rupnik. Se trata de 14 mosaicos, 55 m2 en total, instalados en exteriores[5], repartidos por el cantón de Ginebra. Es una obra única por su tamaño, su disposición, su belleza y su fuerza teológica. El arte del mosaico es un arte en el cual la comunión precede a la creatividad.
El padre Rupnik, reconocido como uno de los más importantes artistas actuales del arte religioso, tiene obras en todos los continentes y en lugares de culto importantes[6]. Actualmente sale en las noticias, acusado de haber cometido abusos de poder y abusos sexuales. Hay personas que piden que sus obras sean desmanteladas.
Soy de la opinión que la justicia se tiene que pronunciar, que los hechos tienen que ser reconocidos y que las víctimas tienen derecho a todas las reparaciones posibles. Pero no quitaría las obras. Porque me inclino a pensar que no se puede reducir una persona al mal que ha podido cometer. Y me pregunto si es justo pensar que realmente no puede salir nada bueno de una persona que ha cometido crímenes. De hecho, una característica importante del arte religioso es que nos tiene que llevar a Dios, y no al artista. Las obras del padre Rupnik muestran que Dios es capaz de generar belleza a pesar de nuestras miserias.
Ver todos los mosaicos del proyecto chemindejoie
Pauline LODDER
Teóloga
Pineda de Mar (España)
Abril de 2024
[1] Como los Cristos en majestad del arte románico catalán o el Cristo de la cruz de San Damián.
[2] Haciendo eco al término francés Chemin de Croix, han puesto el nombre Chemin de Joie a este Via Lucis.
[3] El Centro Aletti de Roma fue fundado en 1993 por el papa Juan Pablo. Este centro de estudios e investigación dispone de un taller de mosaicos.
[4] https://www.infoans.org/es/secciones/noticias/item/7960-peru-el-legado-artistico-del-p-ugo-de-censi-sigue-latente-en-cada-rincon-del-peru
[5] Instalados sobre fachadas de iglesias, en un jardín, etc. Sólo un mosaico se encuentra en el interior, y no es visible al público: está en el centro de detención de Champ-Dollon en Ginebra.
[6] Lourdes, Fátima, Vaticano, etc.
R S
Gracias por el interesante articulo.
Si tuviéramos que renunciar a las obras de arte en base a la vida de sus autores no quedaría en pie ni siquiera la Capilla Sixtina.
Lo mismo ocurriría con las obras de cine o literatura. Un mundo sin Shakespeare ¡Que pobre sería!
Leticia Soberón Mainero
¡Completamente de acuerdo con tu punto de vista, Pauli!
Gracias por expresarlo tan clara y bellamente. Da esperanza.