Shalom

Shalom

Foto: marla66 / vecteezy  cúpula de la roca en Israel

Quería hablaros un poquito, solo un poquito de una tierra hermosa y significativa para muchísima gente. Quería hablaros desde dentro, de una tierra a la que amo, que, aunque no me vio nacer, considero mi hogar. Os hablaré un poquito, solo un poquito de Israel.

Hasta hace poco mis recuerdos de Israel me llevaban a Jerusalén, a sus calles, plazas, a su gente… recuerdos hermosos. El día 7 de octubre algo se rompió, un jarrón del más precioso cristal se hizo añicos, o así lo viví yo.

Estaba desayunando frente al televisor y vi las noticias. Una terrible masacre se estaba produciendo en Israel. Lo que se estima fueron unos 3000 terroristas habían entrado en el país, matando y violando indiscriminadamente, primero en una rave, fiesta, donde había muchos jóvenes de diferentes países y religiones, no solo judíos, no solo israelíes, y posteriormente en las zonas pobladas, kibutzim y ciudades. Las sirenas no paraban de sonar por los muchísimos misiles enviados desde Gaza, interceptados la mayoría por la cúpula de hierro. Los habitantes de los kibutzim se refugiaron en los cuartos blindados que las casas poseen, no sirvieron de mucho, los terroristas de Hamás fueron casa por casa, incendiando, matando y agrediendo a cualquiera. A medida que pasaban las horas y días se conocían más datos, cada uno más estremecedor que el anterior. Las imágenes que en días posteriores aparecían eran imposibles de contemplar, los testimonios horribles.

En aquel momento, cuando me estremecí al ver imágenes de la alegría mostrada en las calles de Gaza, con gran griterío, al paso de los rehenes israelíes capturados, niños, ancianos, mujeres, una de ellas ya sin vida, desnuda, ultrajada, cientos de manos tocándolos llenos de una euforia de la que me ahorro el adjetivo, en este momento apareció ante mí un recuerdo antiguo:  año 1998, aparentemente época de paz. Estuve en un hostal en la ciudad vieja de Jerusalén, a escasos metros de la torre de David y de la puerta de Jaffa. El hostel en cuestión estaba regentado por israelíes-americanos y sus huéspedes, judíos y cristianos de diferentes denominaciones y zonas del mundo. Los propietarios, sin embargo, eran árabes. Hasta aquí aparentemente normal, no solo normal sino perfecto, un ambiente de paz. Aparentemente. Un día, al entrar, pasando por la zona donde siempre estaban los propietarios del hostel los vi de celebración, pregunté (ellos sabían de mi ascendencia española) a qué se debía su alegría. Celebraban el éxito de un atentado con varios muertos israelíes, me lo contaron sin ningún pudor.

Quiero aclarar que conservo un gran recuerdo de amigos árabes que tuve, muchos, a parte de que la población árabe israelí es simplemente israelí, no hay diferencias, ninguna. En este momento me impresiona ver la impasibilidad del mundo frente a lo sucedido en octubre. Sigue habiendo 130 rehenes y desde Gaza se bombardea Israel a diario.

Las historias que cuentan los liberados son inexpresables. Quiero, no obstante, hacer hincapié en un par de temas.

Los kibutzim del sur eran los más proclives a un buen vecindario con Gaza, así como contratación exhaustiva de trabajadores de Gaza, muchos activistas para la paz. En concreto, existía una ONG que se dedicaba a traer niños con cáncer de Gaza a hospitales israelíes para su tratamiento, cubriendo todos los gastos, la fundadora de la ONG fue brutalmente asesinada. Hay muchos testimonios similares.

Dato: desde el 2005 Gaza es totalmente autónoma en su gobierno, sin interferencia israelí de ningún tipo, no como en Cisjordania. Como curiosidad, Hamás celebró la entrada del año con un bombardeo masivo hacia el centro de Israel.

Otra «curiosidad»: Jesús no era palestino, a pesar de la insistencia de muchos en identificarlo como tal. De hecho, ni siquiera existía Palestina en su época, nombre que aparece por primera vez en el año 135 DC como represalia de Roma a la rebelión de los judíos. Palestina es la latinización de Filistea, enemigo natural de los judíos. Por cierto, los filisteos en la época del emperador Adriano ya no existían como pueblo, fue un cambio para humillar a los judíos. Jesús nació en Belén de Judea, provincia romana en aquel tiempo. Judío, de familia judía, descendiente del rey David, con cultura y formación judía, circuncidado el octavo día. Me ha parecido importante subrayarlo.

Hoy Israel está intentando vivir el día a día, recuperarse de la agresión sufrida. La herida es profunda, muy profunda. El fallo de seguridad abismal. Los motivos del porqué y cómo se sabrán, ahora aún no es el momento. Quedan 130 rehenes en manos de Hamás y muchas lágrimas por los que no están.

Esta guerra es terrible, para todos, pero me gusta recordar que el 6 de octubre había paz, los niños en Gaza reían. Hamás decidió romper la paz, sigue teniendo en sus manos el parar la guerra. No puedo imaginarme tanto sufrimiento.

Frente a quienes quieren su desaparición, Israel ha decidido permanecer, frente a quienes lo quieren muerto, Israel ha decidido vivir, ha decidido luchar por su vida. Espero el momento en que las calles y plazas vuelvan a reír. Shalom.

Rosa YAGO MIRALLES
Artista y pintora
Barcelona, España
Enero de 2024

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